DEJAR ATRÁS LA INVISIBILIDAD


Guadalupe Loaeza (Ciudad de México, 1946) es una escritora y periodista muy querida en nuestro país, comprometida con las causas sociales. Ello la llevó a publicar su más reciente libro, En el clóset (Ediciones B, 2011), que incluye crónicas sobre la vida y obra de homosexuales famosos, pertenecientes al arte, la moda, el espectáculo, la literatura y la política. Esta obra es dedicada a su gran amigo y colega, el recientemente desaparecido Carlos Monsiváis (Ciudad de México, 1938-2010), cuyo caso se incluye aquí también, y que, como la autora, apoyó a la comunidad gay mexicana desde su posición de intelectual.
En textos brevísimos se abordan 46 casos, divididos en cinco apartados, sobre personajes del siglo XIX hasta nuestros días. Con un lenguaje ameno, ágil, y un gran bagaje documental, la autora hace su contribución para el reconocimiento de esta minoría, que ya ha alcanzado logros importantes para su integración plena en la sociedad, lo que les permite dejar atrás su condición de invisibles.
Cabe destacar el acertadísimo prólogo de la sicoterapeuta Marina Castañeda (Ciudad de México, 1956), quien, con enorme agudeza y fuertes bases teóricas, diserta sobre el tema. Ahí apunta: “Libros como el de Guadalupe Loaeza son (…) sumamente útiles: al presentarnos a individuos gays de carne y hueso, en lugar de teorías o abstracciones, ayudan a transformar la imagen social de la homosexualidad” (pp. 15-16).
De dicho libro hablamos en la presente entrevista.
-¿Cómo surge la idea de este libro?
La idea, en realidad, más que del libro, fue del tema, porque yo colaboro en el diario Reforma desde sus inicios –vamos a cumplir 20 años-, y yo los domingos tengo un espacio muy importante en el suplemento El Ángel. Mis textos son temáticos. Y hace casi un año se me ocurrió hablar de lo que hace algunos años era tabú, la homosexualidad. Y hablar de personajes a los que les costó mucho trabajo asumirse como gays o como lesbianas. Me pareció que era un tema importante porque siento que-y eso lo dice de una manera muy acertada Marina Castañeda en el prólogo- es un tema que está siendo cada vez más asumido y se pone cada vez más sobre la mesa. Muchas mujeres y hombres reconocen tener amistades gays, ya hay un poco más de conciencia e información. Las nuevas generaciones que vienen seguramente lo van a ver totalmente normal. Incluso para los jóvenes de ahora la homosexualidad es parte de la vida, decirle a alguien que es homosexual ya no tiene la connotación que tenía antes. Sin embargo, desde luego que sigue la homofobia en una cultura tan machista y misógina como la mexicana. Pero creo que se ha avanzado mucho, hay más información, por ejemplo, relacionada al condón… antes se compraba a escondidas…el otro día fui a Sanborn´s y en la caja había como 30 marcas distintas… Se ha podido combatir más el SIDA… está el desfile de los gays… ya no es ese estigma… y eso es sano para una sociedad que se quiere moderna, democrática, adulta.
-¿Qué opina de las acciones y comentarios retrógrados de ciertas cúpulas eclesiásticas y políticas de nuestro país frente a los logros de la comunidad gay?
Eso todavía persiste, sobre todo en el interior de la República. Estamos hablando de Guanajuato, de Querétaro, de Puebla… Aún hay muchos prejuicios, especialmente cuando interviene la Iglesia… las declaraciones del Arzobispo Norberto Rivera Carrera, del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez… pero ya la gente se ríe, hace chistes, ya no tienen tanto eco como solían tenerlo… o como el comentario de Emilio González Márquez, gobernador de Jalisco, de que le daban asquito los homosexuales, es algo que la prensa lo denuncia para burlarse de ese tipo de declaraciones.
Hace apenas unos días fui a comer con un amigo, éramos un grupo numeroso y le dije al anfitrión: “le traje un libro a tu amigo…” -un joven político mexicano, del PRI, de acá del DF…- “¿Qué libro le trajiste?”, “En el clóset”. “No se lo regales, porque lo puede malinterpretar”… No tenía otro, llegué con las manos vacías, tuve que ocultar mi libro. Yo cedí… yo debí haberle dicho: “Óyeme, no, creo que estamos viviendo otro momento, otra etapa, voy a regalarle mi más reciente obra, ¿cómo no se la voy a regalar?” Ya hasta lo había dedicado, pero terminé regalándoselo al chofer…
Todavía hay ciertas ambigüedades, contradicciones, doble moral. Todavía no está totalmente liberado.
-¿Cuál caso de los personajes aquí abordados le conmovió más?
El de Oscar Wilde es sin duda el más doloroso. Igual el de Harvey Milk… cuando hay injusticia de por medio siento eso… el de Rock Hudson, que fue muy emblemático, él fue un parteaguas con relación al SIDA…el de François Mauriac, que nunca lo asumió, fue muy pesado para la familia, los hijos descubrieron muchos años después eso…
El caso de Cole Porter es interesante porque él se casó, y la esposa lo asumió con mucha solidaridad. Jaime Torres Bodet sufrió mucho…Anthony Perkins también…
-¿A qué atribuye que muchas personas homosexuales tiendan a repetir el patrón de pareja de los hetero (roles activo-pasivo)?
Yo creo que el amor, la pasión, el deseo, el erotismo, la ternura no tienen sexo. Pero hay perfiles, personalidades, y habrá quienes sean mucho más pasivos. Es muy importante cómo se viva la homosexualidad: si se vive con respeto, con dignidad, con inteligencia…
Yo tengo un hijo gay, el mayor, y veo que vive una vida plena profesionalmente, con sus amigos, todo mundo lo quiere mucho…me reeducó… él habló con nosotros siendo muy joven, y lo hizo tan generosa e inteligentemente que para nosotros es un ejemplo de respeto y dignidad.
Esta experiencia homosexual cada vez está más asumida, a pesar de los atavismos. No es casual que en el Distrito Federal exista una ley que permita casarse a personas del mismo sexo. Este tipo de iniciativas nos ha ayudado a crecer. La izquierda es más incluyente y más plural que la derecha, por supuesto. Hablar de este tema con un panista es muy difícil, por ejemplo…
-¿Cree usted que pudiera haber alguna relación biológica, antropológica –o de otra índole- entre la homosexualidad y el genio?
Es interesantísima su pregunta, porque muchos de estos grandes genios, Leonardo Da Vinci, Oscar Wilde, Marcel Proust, Carlos Monsiváis… grandes escritores, pintores, escultores… yo creo que tiene algo que ver con una sensibilidad mucho más refinada, sofisticada, elaborada… una inteligencia mucho más aguda. Son minorías y las minorías siempre padecen mucho, y como tienen que luchar contra todos estos prejuicios, por eso se les han desarrollado otras virtudes, como Yves Saint Laurent, un genio de la moda… algo tendrá que ver… eso se lo han preguntado muchos estudiosos de la materia… es un concurso de circunstancias, la infancia, el medio en que se desenvuelven, pero siempre hay una mirada distinta.
-¿Piensa que algún día podrá lograrse plenamente que dicha comunidad acceda a lo que el activista francés Jean-Louis Bory llamaba “el derecho a la indiferencia”-como señala Marina Castañeda en el prólogo a su libro-?
Pienso que sí vamos a llegar a eso. Yo quiero pensar que mis nietos lo van a ver con total naturalidad, no van a hacer un drama alrededor de eso. Van a tener amigos gays, los van a integrar, respetar, sin esos miedos, fantasmas, prejuicios.
Lo que influye mucho en contra son los medios de comunicación, la televisión, donde se sigue haciendo mofa de los homosexuales…
Habría que reeducar a los jóvenes, pero yo creo que en la escuela ya no son tan señalados, “ay, éste es un marica”, “vieja el último”…
Es evidente que a un gay no lo van a correr por ser gay de su trabajo, incluso si tiene SIDA…
Creo que sí vamos a llegar a eso que dice Marina Castañeda, casi como fue con el feminismo.
-¿Qué repercusión o contribución considera que puede aportar su libro a la causa de los gays mexicanos?
Creo que puede sensibilizar, educar, crear un sentimiento de empatía, concluir que no es una desgracia ser gay.
Yo me acuerdo de que un primo, un médico muy prestigiado, me dijo, hablando de Miguel Bosé, que su padre, Luis Miguel Dominguín, comentaba: “Yo prefiero que mi hijo tenga cáncer a que sea homosexual”. Yo no lo podía creer. Ese tipo de comentarios resultan totalmente anacrónicos. Yo le respondí: “Ojo con lo que estás diciendo, es una aberración por esto y por lo otro…”
Ha cambiado tanto que antes en la prensa se decía “crimen pasional”. Todo eso ha cambiado y espero que en la televisión, que todavía hay cómicos que no han entendido, cambie también.
Elena Méndez
___
FOTO: ELENA MÉNDEZ
http://www.siempre.com.mx/2011/04/en-el-closet-de-guadalupe-loaeza/

Comentários