México conmemora el Bicentenario de su Independencia este año. Independencia que se ha celebrado de las maneras más diversas, una de ellas, claro, es desde la literatura, donde se han publicado estupendas novelas históricas, donde se desmitifica a los héroes patrios.
La historiadora Celia del Palacio (Ciudad de México, 1960) ha hecho su aportación a este género y a este acontecimiento nacional con Leona, donde aborda la vida de la insurgenta Leona Vicario (Ciudad de México, 1789-1842).
Vicario, junto con doña Josefa Ortiz de Domínguez, es una de las mujeres que logró destacar dentro de dicho movimiento libertador, por sus grandes aportaciones a la causa.
La novela abarca un periodo de 34 años en la vida de Leona, una jovencita adinerada que, indignada por los abusos de la Corona Española, se une a la Independencia prestando su domicilio como oficina de correos, y también, apoyando económicamente a los participantes.
Sus ansias libertarias se reafirman al enamorarse de Andrés Quintana Roo (quien sería artífice de la Declaración de Independencia), pese a estar prometida con un joven aristócrata, con quien rompe al no poder fingirle cariño.
Leona, la chiquilla traviesa e ingobernable, va madurando conforme se involucra más y más con la causa, no obstante verse perseguida por la Inquisición, lo cual propicia su espectacular fuga a tierras inhóspitas. Tras una momentánea vuelta al hogar, el feroz interrogatorio de las autoridades y su reclusión en un convento, escapa de nuevo ante el azoro de su tío y tutor, que teme perder la gracia de los poderosos ante la disidencia de su sobrina, a quien limita la disposición de sus bienes.
Leona comienza, entonces, una existencia a salto de mata, donde reafirma su lealtad inquebrantable a los independentistas, en especial a su amado Andrés, con quien consigue formar una familia aun en medio de tantas penurias, no sólo de índole material, sino también las descorazonadoras noticias en contra de los rebeldes.
Si bien la causa independentista logra triunfar, allí no acaban las desventuras para esta valerosa insurgenta, quien no cesará de rebelarse ante las injusticias que asolan a la incipiente Nación…
Celia del Palacio, en esta novela, acierta al prescindir de una visión maniquea de este importante episodio histórico mexicano. Para ello, se preparó a conciencia, al realizar una ardua investigación; e, incluso, recorrer la mayoría de los sitios tan remotos donde Leona debió esconderse para, desde allí, apoyar al movimiento libertador.
Asimismo, el magistral estilo de la autora provoca en el lector tanto la risa por las astucias de la llamada “Infanta de la Nación Americana” hasta el enojo por las infamias que ésta pasa, o el llanto que alivia, al verla sortear tantas calamidades, siempre con la dignidad y sensatez tan propios de una fiera en pos de la libertad… Esa libertad por la cual –diría Cervantes en voz de don Quijote- “(…) se puede y debe aventurar la vida”.
Elena Méndez___
Celia del Palacio,
Leona,
Suma de Letras,
México, 2010,
391 pp.
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