LA LIBERTÁ (SIC) VARGASLLOSIANA

Mario Vargas Llosa cuenta que cuando era niño y vivía en Piura había una casa verde, alejada de la civilización, a donde le prohibían acercarse. Todos los pequeños husmeaban, lógicamente, para luego hacer un gran escándalo cuando un mayor penetraba ese territorio o sus habitantas bajaban al pueblo, sólo para ser señaladas por los chicos: ¡Habitanta, habitanta!; que fue un niño mimado, aparentemente huérfano, hasta que su madre le confesó que su padre no había muerto, andaba de parranda. Que los raptó y los llevó a vivir a otro lado. Que el señor lo maltrataba. Que encontró en los libros la libertá (sic), la compañía. Que en el Leoncio Prado escribía novelitas porno y ahí tuvo a su primer agente literario. Que en la San Marcos andaba de grillero y cuando detuvieron a unos compañeros suyos los hacían dormir sobre piedras, a la intemperie, y juntaron dinero para llevarles frazadas, y el funcionario que los atendió les impidió entregárselas, haciendo bailotear ante los ojos azorados de la comitiva un panfleto de Cahuide.
Y que sí, siempre, siempre, los libros lo encaminaron a la libertá (sic) y la vida...

Comentários

Luna Imaginaria disse…
Lo máximo!! Este señor es lo máximo!!
¿Moriré sin verlo? No sabía que estaría este año en Gdl... Quizá haya sido mejor, me hubiera muerto de la angustia por no poder ir :-(

[Duda cruel... ¿Por qué me sic-eas a Varguitas??]

Besos verdes, Elenita ;-)
Elena Méndez disse…
Porque así pronuncia, con elisión de d al final de la secuencia fónica libertad.