SÍNDROME PAQUITA

Il più bello uomo y la Chany acusan síndrome Paquita* en mi narrativa. El primero en un cuento ya publicado, la segunda en uno inédito.
El primero considera que el despecho amoroso lo plantea mejor que yo
-insuperablemente- Paquita en 'Tres veces te engañé'. Válgame Dios.
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*Éste consiste en asumir las actitudes de la cantante popular mexicana Paquita la del Barrio, cuyas diatribas contra los inútiles (el sexo masculino) son lo más característico de su estilo.

Comentários

Anônimo disse…
Un "più bello uomo"? (più bello sono io, y nadie me lo dice) te dio en la madre con el dichoso comentario; yo pensè que al final lo habìas (sabiamente) desestimado y me equivoquè, te siguiò ardiendo. Mala cosa.
En estos dìas aprovechè para releer un relato de ese señor, que me habìa causado buena impresiòn la primera vez. Y seguramente se enfadarìa mucho (cosa que me tendrìa sin cuidado)si le dijese que sus relatos son para ser "mascados" una sola vez, como la goma de mascar: cuando le sacas el saborcito, ahì termina todo.

Otra cosila, cultiva tu soberbia. Eso te harà màs o menos inmune a los comentarios desfavorables.
furia disse…
buen día. me pasa parecido. creo que es la respuesta a la histeria masculina...
Elena Méndez disse…
yo sé que vos sos más bello. y más humilde.

registro el comentario del citado varón porque me pareció curioso recibir uno similar a los pocos días, con otro texto.

y sí, me hace falta cierta soberbia.

gracias

elena
Elena Méndez disse…
furia: los hombre son necios. bien lo dijo sor juana.

y todavía se ofenden.

gracias por tu visita.

elena
pues yo creo que aquí ni la soberbía tiene vela en el entierro (en el mejor de los sentidos, dejando a un lado las penetraciones, mi estimada Elena)y lo mismo opino de la histeria e igual de la monja de Sor Juana, que mi respeto se merece. Lo que si tiene motivo de hablarse es, que elemental y creo que me veré terco en este tema, las veces que he leído lo que escribes, que eres recalcitrante al sólo elegir temas como el sexo, el despecho femenino y el amor, creo que eres desatinada, pero esos errores se corrigen. Cuando yo mecionaba que es una enfermedad (no fastidiosa ni maligna, debo aclarar) en las escritoras jóvenes que comienzan sus primeras lucubraciones poéticas siempre abordan este tipo de temas: el juego sexual con juguetitos extraños, el desamor de una mujer porque se inmiscuye en la relación un amante, el acostón después del after party etc. etc. Algunas lo hacen con una pericia que las distingue de las demás y otras con una malicia que las soterra con el montón, pero en fín, yo sé de este tipo de literatura lo que Freud sabía de MacDonald's, osea nada.

un abrazo.

J.F.
Elena Méndez disse…
gracias, Joel. y no pensé en albures, por vez primera. válgame Dios.
Anônimo disse…
No es por entrar en polèmica con nadie (y con todo respeto lo digo)pero... ¿por què pasarse de inteligentes, de agudos? ¿Por què no dejar que la amiga siga su proceso?
¿Por què la soberbia -ahora que es mencionada- de pontificar sobre temas o motivos al, o para, escribir?
Elena Méndez disse…
gracias, omarzinho. nadie como vos.