DE CÓMO UN LIBRO MALO RESULTA PREDECIBLE

Blas Nayar me confesó que no le había gustado Asesinato en una lavandería china, de Juan José Rodríguez. Pésima, dijo. Le respondí que lo único rescatable eran las escenas eróticas. Y que el inicio era plagio del de Pedro Páramo. Y Blas, que había proseguido la lectura en busca de algo interesante. Mas no hubo tal. Y pensó: Nada más falta que salgan vampiros. Y salieron.

Comentários

Anônimo disse…
yo he leìdo varios libros asì... ni hablar!!
Elena Méndez disse…
sí. un caso lamentable. quizá sea peor todavía cierto poemario de cierta intelectualilla adoptada por culichilandia. lo bueno que ahora sólo teoriza.