ARREOLA, EL MEMORIOSO: EL ÚLTIMO JUGLAR. MEMORIAS DE JUAN JOSÉ ARREOLA, DE ORSO ARREOLA

Juan José Arreola (Zapotlán el Grande, 1918-Guadalajara, 2001) era un hombre de memoria prodigiosa y un inagotable afán confesional. Cualidades que siempre estuvieron de manifiesto en su obra que, aunque escueta, dejó un importante legado para la literatura mexicana.

Orso, su hijo, en El último juglar. Memorias de Juan José Arreola –publicado originalmente por Editorial Diana en 1998- se apropia de los diarios juveniles, cartas íntimas y diversos documentos del escritor jalisciense para integrar así una sublime biografía del mismo.

El joven Arreola, satisfecho de haberse incorporado pronto al teatro, sufre penurias económicas que poco a poco va superando, motivado por sus ansias de triunfo. Esta etapa resultará trascendental para él, no sólo en lo profesional, sino también en lo amoroso: ahí conoce a Cora, su primera pasión avasallante.

Otrora declamador pueblerino, se convierte en discípulo de Rodolfo Usigli, Fernando Wagner y Xavier Villaurrutia; en particular, muestra agradecimiento hacia este último, con quien siempre mantuvo una relación cordial.

Su talante melancólico contribuye a los serios problemas de salud que padece durante toda la vida. No obstante, reconoce: “Mi vida interior se vuelve cada vez más intensa, mientras disminuye mi capacidad de vivir. Confieso que encuentro placer en la desgracia de estar enfermo (…)” (p. 131).

Entre tantos ires y venires, su feliz ingreso a la docencia y diversos romances fallidos, descubre a quien sería su esposa, Sara Sánchez Torres, “lo más parecido a una flor” (p. 136), apenas una adolescente al momento de conocerse.

Todas estas vivencias no le hacen abandonar, empero, su vocación literaria, alentada por su mágico encuentro con Pablo Neruda. Posteriormente, Arreola emigra a Guadalajara, donde colabora en El Occidental y publica en la revista literaria Eos.

Gracias a su admirado Louis Jouvet, que lo ayuda a obtener una beca teatral en París, logra realizar su sueño francófilo. Intima con Octavio Paz y se reencuentra con Usigli. Su amistad con el futuro Nobel sería difícil, pese a la admiración mutua, debido a choques ideológicos: mientras Arreola y Usigli eran republicanos, Paz había roto con la causa.

Entre sus autores predilectos, hay un cúmulo de franceses; destaca Marcel Proust -de quien, incluso, imita su vestimenta-. Sobre éste apunta: “Admiro a Marcel Proust porque aceptó su soledad y gracias a eso fue capaz de recuperar su tiempo perdido (…)” (p. 250).

Arreola, el autodidacta, considera como sus universidades al Fondo de Cultura Económica y El Colegio de México; en este último, logró “madurar intelectualmente” (p. 265). En el Fondo, publicaría sus dos primeros libros y una recopilación.

Se aventura como editor independiente, primero, con Los Presentes y después con Libros del Unicornio, donde aparecen, entre otros, Julio Cortázar, Augusto Monterroso, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska, Eduardo Lizalde, Vicente Leñero y Sergio Pitol.

Imparte cátedras en el Centro Mexicano de Escritores, la Escuela de Teatro del INBA y la UNAM; dirige la Casa del Lago y la compañía teatral Poesía en Voz Alta.

1968 sentará un parteaguas para Juan José, tanto en lo afectivo –nunca deja de ser un seductor- como en lo político, al atestiguar y reprobar el genocidio estudiantil ordenado por el presidente Gustavo Díaz Ordaz. Al respecto, opina: “(…) tortura, crimen, represión y cárcel fueron las medidas adoptadas por un gobierno sustentado en una dictadura de partido monolítico, igual a los partidos comunistas de Rusia y China (…) “ (p. 383).

En el epílogo, Arreola asevera que su misión vital fue la de “Darme a los demás, ser sincero, enseñar y formar a los que se acercan a mí de buena fe, sin dar nada a cambio” (p. 394). Generosidad perenne de quien siempre será letra viva.

Elena Méndez

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Orso Arreola,

El último juglar. Memorias de

Juan José Arreola,

Serie Cuéntamelo,

Editorial Jus/Centro Universitario de la

Costa Sur/Universidad de Guadalajara,

México, 2010, 420 pp.

http://anteriores.siempre.mx/articledetail.php?ida=23797

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